En octubre de 2015, Electronics Watch y sus afiliados se enteraron de que un importante fabricante de servidores del sur de China estaba vulnerando gravemente los derechos laborales y que había indicios de trabajo forzoso. Se obligaba algunos alumnos a hacer prácticas que no tenían nada que ver con sus aspiraciones formativas como requisito para obtener el título.

La acción por parte de las entidades que compraban productos a esta fábrica y Electronics Watch ayudó a proteger al alumnado de las condiciones de trabajo forzoso y garantizar el cumplimiento de la normativa laboral que afecta a este colectivo.

En agosto de 2017 Electronics Watch organizó un proceso de seguimiento sobre el terreno de cuatro días con el apoyo de una marca que se proveía de la fábrica. Economic Rights Institute, organización que colabora con Electronics Watch para hacer acciones de monitorización, detectó que el fabricante estaba aplicando políticas más estrictas para regular las prácticas del alumnado.

Sin embargo, actualmente esta empresa contrata más personal eventual para adaptarse a la flexibilidad de la demanda. A menudo, este tipo de contratación perjudica al personal, ya que la dirección no suele esforzarse mucho para solucionar los problemas a largo plazo. Como consecuencia de ello, Electronics Watch continúa haciendo un seguimiento de las medidas correctoras que aplica la fábrica.