Continúan las malas condiciones laborales en las fábricas proveedoras de las marcas de electrónica en China
Horas extraordinarias obligatorias, turnos extenuantes en épocas de puntas de trabajo sin prácticamente días de descanso mensual, salarios inferiores al salario digno y acoso por parte de los encargados. Estas son las condiciones de trabajo que persisten en el sector de la electrónica en China.
Durante la última década, las organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos laborales en la cadena de suministro de la electrónica han exigido al sector que demuestre que es socialmente responsable, pero un nuevo informe de las ONG europeas DanWatch, Centrum CSR. PL, People & Planet, SETEM Catalunya, Südwind y Weed ha revelado que este llamamiento ha sido ignorado.
DanWatch y China Labor Watch han investigado cuatro fábricas de las provincias chinas de Guangdong y Jiangsu encargadas de elaborar productos y componentes electrónicos para marcas como Dell, HP, Samsung, Microsoft, IBM, Compaq, NEC, Yokogawa, Sony, Fujitsu y Phillips. Un equipo de investigación de China Labor Watch se infiltró entre la plantilla en el interior de dos de estas fábricas, mientras que en las otras dos las personas investigadoras entrevistaron al personal fuera del polígono industrial y estudiaron documentación, como por ejemplo nóminas y trípticos de promoción.
La investigación revela que el personal de estas fábricas trabaja hasta 74 horas semanales y efectúa entre 52 y 136 horas extraordinarias cada mes, se ve obligado a cambiar de turno nocturno y diurno según la voluntad de la empresa y, en épocas de puntas de trabajo, trabaja los siete días de la semana. Los salarios son tan bajos que la plantilla no puede vivir dignamente trabajando 40 horas a la semana, y en dos de estas fábricas el salario base es inferior al salario mínimo interprofesional de la región. Los trabajadores y trabajadoras se exponen a gases tóxicos sin medidas de protección adecuadas y se ven sometidos a unas condiciones de trabajo psicológicamente muy duras y a abusos verbales.
En las cuatro fábricas se detectaron vulneraciones de los derechos laborales, como no respetar los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la legislación china y las normas de la Electronic Industry Citizenship Coalition (EICC), organismo al que están adheridas varias de las marcas mencionadas anteriormente.
Hace tiempo que China es un polo de atracción para las marcas de electrónica a raíz de sus bajos costes laborales, la débil representación sindical y la poca voluntad del gobierno para hacer cumplir la legislación laboral. Esta demanda de componentes electrónicos baratos y producidos rápidamente tiene graves consecuencias sobre las personas que trabajan en la industria electrónica, un fenómeno que las ONG intentan combatir mediante campañas desde el año 2004. Pese a que el sector manifiesta repetidamente que velará para que se respeten las normas laborales básicas, el informe revela que, en realidad, en las plantas de producción la situación prácticamente no ha cambiado.
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