El impacto de la COVID-19 en los trabajadores y trabajadoras filipinos
Center for Trade Union and Human Rights (CTUHR)
Des del març, les Filipines pateixen un rebrot de la COVID-19. El nombre total de casos s'acosta a un milió, i hi ha més de 200.000 casos actius. Cada dia, es declaren almenys 10.000 casos nous.
La pandèmia ha fet estralls en la salut, l'ocupació i els drets de la població. En lloc de reduir els impactes socials i econòmics de la pandèmia, la resposta inadequada del govern de Duterte ha empitjorat el patiment dels filipins i filipines. L'Enquesta de Població Activa feta pel govern al febrer del 2021 indica una taxa d'atur de 8,8%, equivalent a 4,2 milions de persones. La taxa d'atur va arribar al pic de 17,6% l'abril de 2020, durant la primera implementació de l'Enhanced Community Quarantine, o quarantena comunitària avançada.
A més d'acomiadaments massius a les empreses que han tancat, milers de treballadores i treballadors aturats s'han classificat com d' "estatus variable". Durant la pandèmia, moltes persones treballadores estan sotmeses a un acord segons el qual no se'ls paga mentre no puguin tornar a la feina. Mentre esperen que les empreses tornin a obrir les portes, a aquestes persones no se les considera com a aturades. A més, el Departament de Treball ha permès l'allargament de l'"estatus variable" de sis mesos a un any.
El impacto en los derechos y el espacio democrático
La respuesta del gobierno de Duterte a la pandemia ha sido altamente militarista. Se ha centrado en desarrollar cada vez más fuerzas estatales a la calle para hacer cumplir la cuarentena estricta y evitar la propagación del virus. Los ataques contra sindicalistas, activistas y personas críticas con el gobierno se han incrementado durante la pandemia. Varios activistas y sindicalistas han sido víctimas de detenciones ilegales y denuncias falsas. Las fuerzas estatales utilizan las órdenes de registro para asaltar las residencias de estas personas y plantar las armas de fuego y explosivos que utilizan como justificación para detenerlas.
Una de las víctimas de estas detenciones es Arnedo Lagunias, un antiguo líder sindicalista de Honda Philippines. CTUHR ha registrado al menos 13 personas trabajadoras y unionistas detenidas desde 2020. Los asesinatos extrajudiciales continúan a pesar de la pandemia como parte de la guerra contra las drogas y contra las personas críticas con Duterte. CTUHR ha registrado al menos cuatro personas sindicalistas muertas durante la cuarentena. Esto incluye Emmanuel Asuncion, muerto el 7 de marzo en Cavite, supuestamente mientras la policía le entregaba una orden de registro. Fue uno de nueve activistas muertos ese día, conocido como el "domingo de sangre". Otro sindicalista murió el 28 de marzo, pocas semanas después de la muerte de Asuncion. Dandy Miguel, presidente del sindicato de trabajadores de Fuji Electric Phils. Murió por disparos de un asesino desconocido mientras volvía del trabajo.
El impacto en nuestro trabajo
La pandemia ha obstaculizado gravemente nuestro trabajo como organización por los derechos de las personas trabajadoras. Debido a las restricciones de movilidad y el peligro de contraer el virus, nos es muy difícil hacer nuestro trabajo principal: monitorizar el estado de los derechos de las personas trabajadoras. En lugar de hacer trabajo de campo, con entrevistas y controles del estatus de los sindicatos hermanados y las personas trabajadoras, nos hemos tenido que limitar a las consultas digitales. Estas consultas se han visto dificultadas por la mala calidad de las conexiones a internet en esta zona, y el hecho de que pocas personas trabajadoras tienen acceso a las reuniones y actividades virtuales. Además, tenemos que recurrir a las agencias de noticias predominantes, a los datos del gobierno y los informes de organizaciones de base para hacer nuestro trabajo.
El confinamiento militarizado y los ataques intensificados contra los y las defensoras de derechos humanos también han dificultado nuestro trabajo. Como denunciante de la antidemocrática ley antiterrorista, CTUHR es sujeto del control de las autoridades y del peligro de ataques futuros.
Las dos víctimas mencionadas anteriormente, Manny Asuncion y Dandy Miguel, eran aliados nuestros en la región de Tagalog Meridional que nos ayudaban con las tareas de monitorización e investigación. Algunas de las personas trabajadoras y sindicalistas detenidas eran colaboradoras e informantes directos de CTUHR. Otro ejemplo es Pol Viuya, presidente de Workers' Alliance en la Región 3, que fue detenido el 30 de marzo en Tarlac.
Center for Trade Union and Human Rights (CTUHR)19 de abril de 2021